Acabo de despertarme, así, sin motivo, a las cinco de la madrugada.
Con un pensamiento dando vueltas y más vueltas en mi cabeza, insistiendo en que le hiciera caso.
Así que aqui estoy.
Borrando partes de mi intento de componer mi rompecabezas, partes que ya no encajaban, y que prefiero reemplazar por otras.
Dicen que uno no puede borrar el pasado, que lo hecho, hecho está.
Pero las palabras que uno usa para intentar darse cuenta de éstos hechos, sí pueden desaparecer.
Ya no me servían, no cumplían ninguna función, por eso se fueron.
Tengo el camino libre para volver a mi propósito.
Juntando palabras, buscando pedacitos de mí, comprendiendo que hay mucho por vivir.
Y sentir.